Investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, han determinado cuáles son las señales que hacen posible la formación del sistema nervioso central y periférico durante el periodo embrionario. El avance permitirá estudiar algunos trastornos graves que pueden producirse en el desarrollo del embrión humano.
Durante el desarrollo del embrión, la coordinación entre el sistema nervioso periférico y el central (formado básicamente por cerebro y médula espinal) es fundamental para la estrecha relación que ambos tendrán, tanto en su propia formación como en el individuo adulto. El tejido nervioso periférico se genera mediante las células de la cresta neural, que se forman en el tubo neural embrionario. Dicho tubo neural es el origen de lo que luego serán la médula espinal y el cerebro. Estas células abandonan progresivamente esta zona y van colonizando tejidos y órganos de la periferia, donde formarán parte más adelante del sistema nervioso.
Aixa Morales y Ruth Diez del Corral, del Instituto Cajal han demostrado cuáles son, concretamente, las señales moleculares que permiten este desarrollo coordinado durante el crecimiento del embrión. El estudio de estas científicas del CSIC ha sido publicado en la revista científica Journal of Cell Biology. Según explica la propia Aixa Morales, el ácido retinoso (una forma activa de la vitamina A), y el FGF o factor de crecimiento fibroblástico "controlan específicamente el momento correcto de la salida de las células de la cresta neural del tubo neural".
Este avance permite conocer mejor los mecanismos moleculares que controlan el proceso de transición denominado epitelio-mesénquima. Este se da en el desarrollo del embrión, pero también en procesos patológicos como la metástasis de tumores. De esta forma, y según las propias investigadoras, "este estudio permitirá explorar las bases moleculares de trastornos severos del desarrollo embrionario humano que cursan fallos en la formación del sistema nervioso periférico". Es el caso de enfermedades como el megacolon aganglionar y otras enfermedades derivadas de fallos en el desarrollo de la cresta neural, algunas de estas se manifiestan como discapacidades de diversos tipos.
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