El terrorífico trauma de nuestros antepasados


En la prehistoria, nuestros ancestros se enfrentaron a dos épocas bien diferenciadas. En la primera, fueronvíctimas potenciales de los grandes depredadores.

En la segunda, pasaron a ocupar un lugar entre esos depredadores que los habían aterrorizado durante tanto tiempo. “Ese gran paso constituyó sin duda el mayor progreso de la evolución humana”, asegura la bióloga Barbara Ehrenreich, autora de Ritos de sangre, un libro en el que describe la obsesión del ser humano con la violencia y las ceremonias cruentas.



En opinión de esta investigadora estadounidense, el trauma original de nuestros ancestros fue el de ser cazados y devorados por otros animales. “Es quizá aquí donde haya que buscar el origen de la costumbre humana de sacralizar la violencia”.


Muchos rituales orientados a desviar el mal, las enfermedades o los espíritus que traían las desgracias también se celebraban para tratar de ahuyentar a los depredadores de carne y hueso que acecharon a nuestros antepasados.

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